No creo que podamos contradecir que todo conjunto civilizado comparta una serie de características. En la anterior entrada he explicado muy brevemente algunos de los principios básicos de la cosmpoiesis (lo que viene siendo el worldbuilding, la creación de un mundo pero llamado más finamente) con la escala de cuatro puntos, pero tal y como acabé en la anterior entrada, ¿qué hay de aquellos que lo habitan?
LA FLORA Y FAUNA DEL MUNDO
Para empezar, debemos diferenciar entre la flora y la fauna. Resulta evidente, pero, como siempre, a no ser que exista una razón coherente, en vista a cómo funciona la vida en nuestro planeta, tus mundos deberían tener tanto una cosa como la otra… la mayoría de las veces. En la ciencia ficción resulta más evidente, porque, si el planeta no permite la vida, se pueden crear mundos sin flora ni fauna alguna. ¿Por qué es importante remarcar la flora? Porque si no se especifica, el lector entenderá que el paisaje es terrícola. No es lo mismo:
—Déjame en paz. —No tenía ninguna intención de dirigirte la palabra de todos modos. Un pesado silencio se las apañó para mezclarse entre ambos como hierro fundido. Siguieron andando, taciturnos, guardando las distancias mientras observaban el bosque, evitando cualquier clase de contacto visual directo entre ambos. No tenían nada que decirse, así que lo único que se oía eran los gorgojos de algunos pájaros que la suave brisa marítima traía acariciando las altas copas verdes de los árboles, haciendo danzar las sombras del ondulante camino que recorrían.
En este párrafo se entiende que están andando por un bosque cerca del mar, por tanto, descartamos inmediatamente que sea el típico bosque de postal navideña con abetos nevados y montañas escarpadas a la lejanía. Como no he especificado mucho, el lector imaginará un paisaje estival y tranquilo. Sin embargo, si planteamos la misma escena con alguna que otra modificación…
—Déjame en paz. —No tenía ninguna intención de dirigirte la palabra de todos modos. Un pesado silencio se las apañó para mezclarse entre ambos como hierro fundido. Siguieron andando, taciturnos, guardando las distancias mientras observaban el exuberante bosque, intentando no tropezarse con los montones de enredaderas que cubrían el camino poco transitado y que caían de las gigantescas copas de los árboles como festones sobre sus cabezas desde los retorcidos troncos rojizos. No tenían nada que decirse, lo único que se oía era la entrecortada brisa que traía los horribles sonidos acuosos de las criaturas escondidas más allá del margen del camino, entre las finas cañas de esa fea planta escarlata que teñía el agua de color carmesí.
De repente, el bosque se ha vuelto un lugar bastante más desagradable, ¿no crees? La descripción de las plantas mediante el uso de los cinco sentidos nos muestra que el bosque por el que andan los dos personajes es un lugar peligroso con poca presencia humana. La flora es extraña, molesta. La fauna, si bien no se muestra físicamente, deja entender que es desagradable. Este párrafo podría estar describiendo un planeta extraterrestre, o un bioma de fantasía completamente nuevo generado por una corrupción mágica o algo por el estilo.
Cuando crees fauna y flora que no exista en el mundo real, mantén un registro. Ponle un nombre común y uno de científico, una esperanza de vida, cualidades especiales, frutos que sueltan, época de apareamiento, si es un animal/planta autóctona al lugar donde ocurre la trama o es una rareza, en resumen, todas las características posibles. Si tu fauna y flora se siente viva, tu mundo se sentirá vivo.
LOS SERES INTELIGENTES DE TU MUNDO
Sin embargo, ¿qué hay de los seres inteligentes? Pues como ya he dicho antes, todo conjunto civilizado comparte una serie de características, las más destacables son:
- Sistema de gobierno
- Idioma/coloquialismos
- Sistemas de medición
- Dieta/cocina
- Religión
- Tecnología/armamento/métodos de movilidad/iluminación
- Magia
- Música/arte/arquitectura/moda
- Nacionalismo/libertad individual
- Nivel sociocultural/económico general
- Racismo/tolerancia
- Moneda
- Lengua/idioma
Como ya dije, no deberían existir más de una raza inteligente si tu objetivo es crear un mundo con semejanzas al nuestro. ¿Pero no es esa una las mayores virtudes de la ciencia ficción y la fantasía? Buena pregunta, sí señor. Mi respuesta: Sí… y no.
Ambos géneros nos permiten soñar con cosas que sabemos que son imposibles. La magia nos da alas, los futuros en el que la humanidad se encuentra al borde del colapso o han ascendido a planos superiores de conocimiento nos fascinan. Sin embargo, deben existir motivos coherentes. Como ya he dicho, en la ciencia ficción esto no suele ser un problema, porque la mayoría de historias con más de una raza inteligente simplemente se centran en meter una raza por planeta y santas pascuas.
Pero en la fantasía esto ya es otra cosa. Ya lo expliqué en la anterior entrada, pero a grandes rasgos, no tiene sentido que exista más de una raza inteligente conviviendo con otra de similar nivel intelectual. ¿Pero qué hay de todas aquellas que si lo tiene? ¿Qué hay del Mundodisco? ¿Del Señor de los Anillos? ¿De Geralt de Rivia?
Empiezas a cruzar la fina línea entre estar atento y ser demasiado quisquilloso, ¿sabes? En fin. Es obvio que existen muy buenas novelas de fantasía con más de una raza inteligente conviviendo en el mismo mundo, PERO (y este es el punto de inflexión) las razas de todas esas novelas tienen un motivo de existencia.
En El Color de la Magia, primer libro de la saga del Mundodisco, Terry Pratchett buscaba de forma consciente parodiar la fantasía, autores de renombre como Tolkien o Lovecraft, y en general, las historias de espada y hechicería y los juegos de rol como Dungeons and Dragons. Para conseguir su objetivo, era obvio que necesitaba añadir todas las razas posibles en un solo mundo. Humanos, enanos, vampiros, trolls, gólems, dioses, zombies, ígors (mejor no preguntes) momias e incluso turistas, y hacer uso de todos los tropos y clichés posibles.
En el Señor de los Anillos, se supone que cada raza tiene un significado, es decir, no fueron puestos en el mundo por la mano del autor. Evolutivamente hablando es otra historia, pero existe la intención de que cada una tenga significado.
En Geralt de Rivia, el mundo estaba dominado solo por gnomos y enanos hasta que aparecieron los elfos desde otra dimensión (importante), y luego, mucho tiempo después, los humanos llegaron 500 años antes de los acontecimientos de la trama. Aquí hay un poco de todo, ya que una raza inteligente es de otra dimensión, y los humanos aparecen en escena desde quizás otro continente, por lo que, si las condiciones entre ambos continentes fueran suficientemente diferenciadoras, es posible que una misma especie evolucionara de maneras distintas para adaptarse mejor al ambiente que le ha tocado vivir. A demás, en las novelas se señala que el humano va ganando la guerra contra las otras especies, es decir, están en una lucha para ver cuál de las especies consigue imponerse por encima de las otras.
No sé si habré conseguido explicar el patrón, pero para que coexista una raza con otra, como mínimo, debería haber una razón. No tiene por qué ser una razón científica, ya que, de ser así, las historias de fantasía solo tendrían humanos, o como mucho, cosas parecidas a la saga del Brujo. Lo importante es que exista una razón con un mensaje, una metáfora, quizás.
En esencia, hacer uso de otras razas no está mal, pero cada vez que plantees una trama has de ser consciente lo que aporta. Meter elfos oscuros puede estar bien, ¿pero qué significan? ¿Representan algo? Si no representan nada, entonces busca una solución evolutiva. Podrían venir de otra dimensión, han evolucionado de distinta forma, o al igual que el homo sapiens y el hombre del neandertal, conviven momentáneamente juntos, pero al final una raza triunfa sobre la otra.
SOCIEDADES Y RAZAS INTELIGENTES
Una vez resulto el tema de las razas inteligentes, podemos centrarnos en las características típicas de cualquier etnia/país/reino/imperio. Fíjate que no he escrito raza.
Es imposible que una misma raza comporta las mismas características. La excepción de la regla es la utopía, donde toda la población de una misma especie ha encontrado el bienestar supremo, pero a veces, ni a este término puede aplicarse una igualdad total. Los humanos somos todos iguales biológicamente hablando, pero está claro que cada país sobre la faz de la Tierra es diferente a otro. Puede que entre ellos compartan características (la moneda en Europa, por ejemplo) pero la lengua muchas veces es distinta de un país a otro (a no ser que sean colonias o antiguas colonias de un país dominante).
¡Pero esto no solo se aplica a nivel nacional o planetario! También se puede aplicar en una sola ciudad, sobre todo si se tratan de ciudades-estado tales como fueron Atenas o Esparta.
Otra cosa importante a tener en cuenta es que las civilizaciones no son estacionarias. Los sistemas de gobierno son derrocados o cambiados, el idioma evoluciona, la religión sufre altibajos, los dioses cambian y se adaptan según la época (el antiguo Egipto es un maravilloso ejemplo) y en general, las cosas que funcionaron o estuvieron de moda 100 años atrás están ahora desfasadas por nuevas corrientes artísticas, géneros musicales, avances tecnológicos y muchas más cosas. ¿A dónde quiero llegar con esto? Pues que no estanques tu civilización. Es cierto que la humanidad ha pasado por épocas como la Edad Media donde es más visible el parón tecnológico y social, pero en general, los humanos siempre buscamos el progreso y la evolución, mejorar en cualquier aspecto posible.
Es por eso que, en mi opinión, cuando tus personajes hablen del pasado del mundo en el que viven, a no ser que su mundo sea tan gris cono el que nos plantea George Orwell en “1984” y el gobierno sea capaz de controlar todos los medios para que la Historia se adapte a lo que el Partido desea, tu mundo debería ser ligeramente distinto. No tiene por qué cambiar si se trata de tan solo unos años de diferencia, pero cuando hablamos de siglos, la cosa cambia.
Piensa en las guerras, por ejemplo. No hagas que una familia noble mantenga el poder durante 1000 años, es ridículo si no hay una razón coherente detrás. Las grandes Casas de la fantasía pueden mantener el poder durante un tiempo, pero no eternamente. La saga de “Canción de Hielo y Fuego” hace muy bien esto. Los Targaryen eran un linaje poderoso y duradero porque tenían algo que el resto no tenía: dragones. Eso los colocó inmediatamente en lo más alto de la escala social durante siglos. Pero los dragones murieron, y al final la casa Targaryen llegó a su fin. Ahora, punto por punto, voy a rellenar cada uno con una de las ciudades de mi novela, Bracadabra.
- Sistema de gobierno: Oligarquía de mercaderes (la Cámara de Comercio).
No sientas la necesidad de escoger un sistema ya inventado. Si necesitas crear uno nuevo, créalo, pero ten en cuenta que los humanos somos muy creativos. Puede que un sistema ya existente se adapte bien a los que busques.
- Lengua/idioma/dialecto/coloquialismos: ¿Común…?
Está muy extendido en la fantasía y la ciencia ficción hacer que todo el mundo habla el “común” para evitar rompederos de cabeza, porque hacer que cada raza tenga su propio idioma puede ser una locura. ¿Está bien crear una lengua universal? Resulta obvio que una especie de hombre-lagarto no va a poder reproducir los mismos sonidos que un humano y viceversa. Hacer que distintas especies puedan comunicarse en un mismo idioma es extraño, pero a veces es mejor esto que hacer cosas extrañas. Lo mismo ocurre con los dialectos y los coloquialismos típicos de una lengua. En cierto momento de mi novela, un personaje maldice en muso, el equivalente del ruso de mi mundo, pero luego, durante el resto de la historia, el personaje habla perfecto español, tan solo arrastra las erres al hablar. El tema de la lengua es algo delicado que merece una entrada casi para él solo, así que de momento, el común se va a quedar.
- Sistemas de medición: Sistema imperial.
Existe una premisa en el diseño que reza “keep it simple” y significa mantenlo simple. ¿Por qué digo esto? Porque no sería la primera vez que veo complejísimos sistemas de medición que existen por el simple hecho de remarcar que el mundo es un sitio distinto al que conocemos. No te compliques y no líes al lector. Escoge un sistema que todos conocemos y si quieres, cambia los nombres del sistema por los que te apetezca.
- Dieta/cocina: —
Este punto está más pensado para razas que no sean humanas, pero también es posible añadir algunos platos típicos. Si no vas a nombrar ninguna comida importante durante el transcurso de la historia, este punto puedes dejarlo en blanco hasta que lo necesites.
- Religión: Cosmólogos
Es obvio que los humanos tenemos diversas religiones, así pues, de la misma forma, es posible que coexistan distintas religiones en un mismo espacio. Escribe la más importantes, y, por supuesto, escribe la historia de la religión.
- Tecnología/armamento/métodos de movilidad/iluminación: Tecnología, armamento, métodos de movilidad e iluminación equivalente al siglo XVII con magia.
Bracadabra, en el momento en que aparece en la novela, es una ciudad de principios del siglo XVII y, por tanto, todos los elementos que no sean excepcionales por razones de trama (como el sistema de gobierno, por ejemplo) estarán basados en esa época. La única diferencia es que existe la magia.
- Magia: —
¿Es tu magia universal o difiere según las razas, la época o el lugar? Ten en cuenta esto y estructura la magia. Quizás una ciudad es especialmente famosa por sus trabajos alquímicos, y otra por sus trabajos en herbología.
- Música/arte/arquitectura/moda: Música, arte, arquitectura, moda equivalentes al siglo XVII con magia.
Lo mismo que en el apartado de la tecnología. Si hay algún elemento destacable, como por ejemplo una pieza arquitectónica que merezca la pena ser nombrada, descríbela aquí y explica el motivo de su importancia.
- Nacionalismo/libertad individual: Nacionalismo y libertad individual típicos del siglo XVII.
- Nivel sociocultural/económico general: Nivel sociocultural y económico general equivalentes al siglo XVII, con la excepción que Bracadabra es una ciudad muy próspera por encontrarse situada en un punto clave de tráfico de mercancías.
- Racismo/tolerancia: El único racismo que existe es contra los esclavos y los Mágicos de las Montañas, si bien estos últimos solo son mal vistos por una pequeña parte de la población.
- Moneda: El Bronce, monedas de oro (antiguamente de bronce, de allí el nombre) distribuida por el Banco de Bronce de Bracadabra.
Es muy posible que me haya olvidado de algún punto importante en el tintero, pero creo que estos son suficientes para tener una idea general del lugar donde va a ocurrir tu trama. Con esto pongo punto y final a las dos entradas de la cosmopoiesis, aunque no descarto escribir o modificar las entradas a medida que vaya aprendiendo más sobre este mundo tan fascinante como es la cosmopoiesis.
¡Nos vemos!